lunes, 17 de octubre de 2011

No dar el click

Bueno, la expresión que puse de título en realidad se usa en la industria de las grabaciones del rock para los chavos, el click que te marca el tiempo y la velocidad en que tienes que grabar y tu primer tiempo tiene que coincidir con el click que suena en una pista que no mezclas... Un baterista que "no da el click" es un mal baterista.

Pero bueno, lo que sea, no voy a hablar de grabaciones.

Me han preguntado últimamente de manera muy específica cuántos clicks hay que darle a una Holga para pasar el rollo de 35mm.

La respuesta ortodoxa siempre ha sido que entre 28 y 32 clicks es suficiente. Se hace en una estimación por dos razones. La primera es que realmente nadie cuenta exactamente cada click y se te puede ir uno o dos, pero mientras sea dentro de ese rango no hay problema. La segunda razón es que puede que con 28 clicks las imágenes se encimen un poco, depende de lo apretado o suelto que esté el rollo del lado hacia el que lo recorremos. Entre más apretado mas vueltas, más suelto, menos vueltas

La otra forma de hacerlo es darle una vuelta y un cuarto a la perilla que está arriba de la Holga, la que mueve el arrastre de la cámara. Esto sirve para facilitar las cosas y es equivalente a entre 32 y 36 clicks, por lo que el espacio entre las fotos es mayor pero con seguridad no se enciman una con otra y queda en el negativo suficiente espacio para separar las exposiciones. "Una vuelta y un cuarto" significa que, tomando como referencia la punta de la flecha de la perilla de la Holga tienen que darle toda una vuelta, que la punta vuelva a su punto original, y luego la mueven un cuarto más de vuelta, eso es todo, pueden pintarle cuatro puntos de referencia a la cámara y así mover su perilla con más seguridad.

Pero si quieren saber algo, realmente no importa, como tampoco importa mucho en la música, un mal baterista puede sacar ritmos sincopados bastante interesantes. Pasa lo mismo con la Holga, una película mal recorrida puede resultar en una sola y continua imagen que sea accidental, o hecha a propósito, lo importante de conocer las reglas es que te deja hacer las cosas para las que están hechas, tomar fotos bien separadas, o para hacer lo que quieras, aun cuando parezca que las haces mal, como una foto mal separada pero que sea una foto continua, siendo honestos, cargar una Holga con rollos de 35mm va contra las reglas, deberías usar 120, pero saber hacer algo que no deberías tiene su chiste, pero no es tan importante, puedes hacer lo que quieras y parte de lo interesante de la fotografía tradicional es eso: experimentar.

Estos ejemplos de algunos de los fotógrafos que han utilizado el (d)efecto de encimar las fotos para hacer fotos interesantes y que conocí por el libro de Michelle Bates Plastic Cameras (lo aclaro por eso de los derechos reservados y tal)



(La verdad es que las páginas están malonas pero sirven como punto de partida para investigar sobre su obra).

A veces pienso que es un poco como la alquimia y uno está en eso, buscando la piedra filosofal y convertirlo todo en oro, o en mierda.

Este es uno de mis fotógrafos vivos preferidos, y se dedica a eso a experimentar y hacer fotos sucias y puercas y manchadas, hace visible lo invisble: el proceso químico de la fotografía (página oficial, blog, flick). Ésta chica también tiene fotos muy buenas; y Nikka XxX, flickr-famosa y un muy buen ejemplo de cómo hacer las cosas según las reglas, o saltándotelas todas, y obtener muy buenos resultados.

Así que, no se preocupen demasiado por seguir las reglas o establecerlas, sí, hay que conocerlas para usarlas cuando las necesitamos y obtener resultados específicos cuando lo necesitamos, pero cuando jugamos con la fotografía y las herramientas que tenemos, pues la verdad es que en ese momento, no importa lo que hagan, sólo háganlo.

4 comentarios:

Aníbal dijo...

Psssss qué locochón chavo.

ignacio bazan dijo...

Oye, chavo, ¿eres profesional?

Aníbal dijo...

¿Ustedes son paristas?

ignacio bazan dijo...

No fotografíes mi producto, pero preséntame a tu amiga.