lunes, 16 de mayo de 2011

Dos errores hacen un acierto



El otro día Juchiteca me recordó que uno puede velar su papel fotográfico de la manera mas idiota posible, y le contaba que Chinasky me había contado que la Seño Cerebros contaba sus hojas de papel fotográfico en plena explanada de su universidad...

Pero no hay que dejar que cunda el pánico ni ser tan taxativos ni extremos, no seamos "la policía del papel fotográfico".

Por decirlo de alguna manera, el sol o la luz no vela directamente o definitivamente el papel como sí lo hace con la película, es decir, si sacamos la película así no mas en medio del campo soleado pues la echamos a perder, ya no sirve más, la hemos velado. Pero el papel no, el papel en realidad puede "exponerse" dos veces, o hasta más -en realidad también la película pero no soy tan fan de la doble exposición onda "intercambio de rollos"-, la cosa es que es hasta cuando ponemos el papel fotográfico en el revelador que se pone negro porque tiene

demasiadas partes expuestas a, o con, demasiada luz

o simplemente se queda blanco porque la luz que le da es pareja y todo reacciona igual... la verdad no lo recuerdo bien... el papel velado sin fijar se pone amarillento, pero también lo puedes revelar y fijar y conservarlo blanquísimo... bueno no importa. Básicamente la solarigrafía funciona así, dejas la hoja que se "queme" o "grabe" con la luz a lo largo de varios días pero no le pasa nada de ponerse negra completamente ni nada, a menos que la pases por el revelador y ahí sí ya valió madre.

Podemos imprimir en hojas de papel veladas, la cosa es que hay que darle "sólo un toque", un pequeñísimo remojón de revelador y la foto sale más o menos, no sale perfecta sino locochona y artiiiiiiiistica, pues luego resultan cosas interesantes como las dos fotos de esta entrada. Claramente alguien veló esas hojas y luego las usó sin darse cuenta de ello (y por "alguien" debe entenderse que fui yo mismo).

Lo que resultó son dos versiones de dos fotos que me gustan mucho, una es del tipo "foto imposible" que saqué hace muchos años, la otra me la tomó Aníbal, para que no diga que no le doy créditos, y es de la segunda racha de digitalización de las cintas maestras de Mono Capuchino, en Diáblico Estudios, circa 2003.

Eso sí, no olviden limpiar bien sus impresiones para que no se echen a perder como dice acá (y el ejemplo 2), ni olviden llevar siempre una toalla.

4 comentarios:

Aníbal dijo...

A mi no me haces pendejo, esa es una aparición en la primera foto, voy a llamar a Maussan.

ignacio bazan dijo...

¿Eso significa que debería añadir la etiqueta "Un Videoaficionado"?

Aníbal dijo...

Así es, así como debes añadir las etiquetas "Que opine el escéptico" y "Voy a viajar en el tiempo en Nino Canun" jajaja.

ignacio bazan dijo...

Esos son buenos nombres para las etiquetas, como si le hicieran falta a este blog. De hecho es la segunda o tercera vez que el viaje en el tiempo en el programa de Nino Canún es mencionado en el Estupidario... no se vaya a volver un leit motif.